3 agujas
Director: Thom Fitzgerald
Alegato contra el maldito virus del sida a través de tres historias desarrolladas en diferentes partes del mundo cuyo nexo de unión es la transmisión del virus por vía intravenosa.
Ambientada con una banda sonora de excepción, intercala grandiosos planos aéreos estilo Memorias de África con planos cercanos, mostrándonos la vastedad del mundo por donde circula el incansable asesino silencioso a la vez que personaliza y humaniza la enfermedad.
Es de destacar ese sutil toque de humor que se desliza a lo largo de la cinta, humor que hace más doliente incluso la visión del dolor. Son historias duras, muy duras, narradas en forma de cuento, salpicadas de hermosos paisajes y dotadas de un tempo largo que le va muy bien al estilo narrativo.
Se aleja de los tópicos que giran alrededor del virus y desarrolla historias originales y diferentes para golpear al espectador sensible y acariciar al insensible, tratando de acercarnos a una enfermedad que se transmite exponencialmente y que pone en peligro la supervivencia de buena parte de la humanidad a lo largo y ancho del planeta.
Lo mejor: Ese toque de humor. La originalidad de las historias
Lo peor: El tufillo catolizante de la última historia
Mi puntuación: 5