sábado, 5 de abril de 2008

En el punto de mira

Director: Pete Travis
Como un coche que no arranca, atrapados en 23 minutos contados una y otra vez desde aparentemente diferentes perspectivas pero que resultan tediosamente repetitivos.
Se supone que van a contar una historia desde el punto de vista de ocho personajes implicados en la trama, y que cada personaje desvelará cada vez un poquito más del cuento hasta formar un todo coherente. Pero es que con la primera historia, la del guardaespaldas, ya te cuentan todo. No hace falta más. En apenas media hora ya te has enterado de qué va, cómo se desarrollará y cómo terminará. Y el resto de la peli, hasta el desenlace final, se dedica a repetir lo mismo una y otra vez, una y otra vez. Acabas aborreciendo al alcalde de Salamanca, a Eduardo Noriega, a Dennis Quaid y a las cien mil banderitas de España que sacuden sin mucho interés unos mejicanitos repescados para la ocasión.
El personaje de Forest Whitaker es sencillamente lamentable. Con su cara de retrasado mental al pobre lo han puesto a correr cual turista concienciado, cámara de HD en mano, tras todo aquello que se mueva. Y el solito, sin que nadie le explique nada, descubre todo lo que pasa a su alrededor. Condescendiente, patriota y altamente prescindible.
Vamos, que en el colmo de los colmos van y nos presentan a un presidente de los USA con conciencia y todo, que antes de ordenar un ataque contra un grupo terrorista prefiere sentarse en una mesa a parlamentar con otros paises e incluso a hacer caso de la ONU. Por ahí ya no trago.
De Eduardo Noriega, para lo poquito que sale, pues mejor no hablamos. Desearle un poquito más de suerte en su próxima aventura.
Por salvar algo podemos destacar la persecución en coche por las calles de Salamanca, suponiendo que sean las de Salamanca.

Lo mejor: La persecución de coches
Lo peor: Repetitiva. Mala ejecución del planteamiento inicial

Mi puntuación: 3

El cine QBO © 2008 Template by Dicas Blogger.

TOPO